En los lugares de trabajo la exposición prolongada a ruidos muy fuertes puede tener consecuencias negativas para los trabajadores. Según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), hay más de 50 millones de personas adultas en los EEUU que sufren una pérdida de audición, en uno o ambos oídos, por la exposición a sonidos muy perjudiciales.
En los sectores de la industria como pueden ser la construcción, la minería o la producción petrolera, la pérdida de audición es considerado un problema relevante de salud y seguridad ocupacional. Si nos centramos en los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de 1.500 millones de personas en el mundo con esa consecuencia incapacitante,. Esta cifra podría alcanzar los 2.500 millones para el año 2050.
En ese sentido, es importante que las empresas generen medidas razonables y efectivas para poder garantizar espacios de trabajo seguro a sus colaboradores. Eso implica que si un trabajador está expuesto constantemente a niveles de ruido perjudiciales para su salud, como los generados por máquinas, herramientas eléctricas o mecánicas entre otros, se debe buscar la forma de evitar que esto termine generando problemas de audición graves.
Gran parte de esas medidas se deben centrar en la prevención, ya que como veremos más adelante, la pérdida de audición en este tipo de ambientes se puede producir sin que la persona se dé cuenta hasta que sea demasiado tarde.
¿Cómo un ruido excesivo puede afectar a la audición?
Antes de proseguir es importante definir que es un ruido fuerte. Según la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional de los EEUU (OSHA, por sus siglas en inglés), la exposición prolongada a sonidos por encima de los 85 decibeles (dB) y cualquier exposición a sonidos por encima de los 135 dB, pueden producir daños auditivos permanentes. Una conversación normal puede generar un ruido de unos 60 a 70 dB, mientras la sirena de una ambulancia puede llegar hasta los 110 a 129 dB.
Los sonidos exageradamente altos o en los niveles mencionados anteriormente, pueden dañar las células ciliadas ubicadas en nuestro oído interno. Éstas están ubicadas en la cóclea y son las encargadas de convertir las vibraciones del sonido que recibimos a través de nuestros oídos en señales eléctricas que se interpretan por el cerebro como sonidos.
Cuando nos exponemos a ruidos fuertes en un tiempo prolongado, se pueden producir daños irreparables en estas pequeñas células. Según especialistas del sector, una persona puede perder entre un 30% y un 50% de estas células antes de que se pueda diagnosticar una pérdida auditiva a través de una prueba de audición. Es por eso la importancia que tiene para los empleados poder prevenir y evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes en sus espacios de trabajo.
Formas de prevenir los riesgos de pérdida de audición
Como hemos mencionado anteriormente, las empresas deben tomar medidas para evitar que su personal se exponga a posibles daños auditivos. No obstante, también es importante que los trabajadores puedan identificar los riesgos de exposición a ruidos excesivos que puedan tener en sus áreas laborales. En ese sentido, te indicamos cuáles son algunas de esas medidas de prevención:
Medir y monitorear los niveles de sonido
Las empresas deben identificar cuáles son las fuentes de ruidos fuertes que hay en cada uno de sus espacios de trabajo y también los trabajadores que están expuestos a ruidos excesivos.
Usar dispositivos de protección auditiva
Los trabajadores que corren el riesgo de sufrir una pérdida auditiva como consecuencia de la exposición a ruidos fuertes deben ser provistos de equipos de protección, como tapones para oídos, orejeras y auriculares adecuados para minimizar los niveles de ruido.
Educar al personal
Esta es quizás una de las mejores formas de prevención ya que permite que los trabajadores entiendan cómo se produce la pérdida auditiva y qué pueden hacer para protegerse y evitarla.
Realizar pruebas de audición a los trabajadores
Una vez que la empresa ha identificado al personal que puede estar expuesto a una pérdida de audición inducida por el ruido, debe encargarse de hacerles un audiograma dentro de los seis primeros meses de trabajo. Luego, estos exámenes se deben repetir al menos una vez al año y compararse sus resultados a fin de detectar a tiempo si hay alguna pérdida de audición en el trabajador.
Colocar señales de advertencia
Las empresas deben hacer lo posible por identificar las áreas de trabajo donde el ruido pueda superar el límite de 85 dB y colocar carteles que adviertan al personal del riesgo de exposición a ruido fuerte en ese lugar.
Cabinas insonorizadas para protegerse del ruido dañino
Una de las soluciones que también pueden utilizar las empresas para proteger a sus empleados del ruido excesivo son las cabinas acústicas. Éstas son ideales para entornos de trabajo sometidos a ruidos constantes de maquinarias, equipos industriales y obras de construcción.
Este tipo de cabinas están elaboradas con materiales desarrollados para aportar un nivel óptimo de insonorización dentro de su estructura. De esa forma, las empresas pueden garantizar a su personal un espacio de trabajo libre de ruidos molestos y perjudiciales y, al mismo tiempo, un área confortable y agradable para concentrarse en sus actividades y ser más productivos.
La fabricación de cabinas acústicas se hace a la medida de cada espacio. Por lo tanto, cada estructura modular puede instalarse y ajustarse a cualquier área, lo que hace que estas unidades sean ideales para cualquier tipo de industria o empresa donde sea necesario controlar el ruido.
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