La contaminación acústica es el enemigo número uno de cualquier grabación. Ya sea en un estudio profesional o en un espacio acondicionado en casa, los ruidos no deseados pueden arruinar una toma perfecta. Existen diversos factores que comprometen significativamente la calidad de las grabaciones. Por ejemplo, el eco de una habitación vacía, la resonancia de una pared y el ruido de fondo de la ciudad.
Por esta razón, es esencial tener conocimiento acerca de las mejores formas de deshacerse de la contaminación acústica. En este artículo, te contamos cómo solucionarlo de la mejor forma.
¿Por qué la contaminación acústica es un problema?
En pocas palabras, el concepto de contaminación acústica se refiere al exceso de ruido en un lugar. Este afecta negativamente los proyectos de grabación en estudios caseros o profesionales (Miteco, 2024).
Los estudios de grabación, especialmente en áreas urbanas, están constantemente expuestos a una variedad de sonidos que pueden filtrarse a través de las paredes, ventanas y puertas. Además, dentro del estudio, los equipos electrónicos y los instrumentos musicales generan ruido propio que interfiere con la grabación.
Imagina que estás grabando una melodía en una guitarra acústica. De repente, un perro ladra y todo se arruina. Este ruido se va a mezclar con el sonido de la música y se va a crear una masa sonora caótica.
Si te sientes identificado con esta escena, probablemente necesitas prestar más atención a tu sistema de aislamiento. A través de un adecuado tratamiento acústico, lograrás reducir la contaminación acústica. A continuación, te contamos algunas medidas para poner en práctica en tu estudio casero o profesional.
3 formas de lograr un sonido libre de contaminación acústica
Implementando estos 3 consejos, podrás crear un entorno de grabación óptimo y obtener un sonido de alta calidad. Recuerda que cada espacio es diferente, por lo que es importante adaptar estas técnicas a tus necesidades específicas.
1. Aislamiento acústico
El aislamiento acústico es fundamental para evitar que el sonido entre o salga de un espacio. Dicho de forma sencilla, consiste en evitar que el ruido se propague por el espacio y su objetivo es mejorar la calidad del sonido de un lugar (Ghessi, 2024).
En términos técnicos, esto implica crear una barrera física que impida la transmisión del sonido a través de paredes, techo y suelo. Hay muchas formas de lograr este aislamiento.
Ahora bien, en un estudio casero, una buena forma de empezar es instalar ventanas y puertas con sellos acústicos de alta calidad. Asimismo, utilizar alfombras ayuda a absorber las bajas frecuencias y reducir la transmisión del sonido a través del suelo. Sin embargo, esto no es 100 % eficiente para deshacerse de la contaminación acústica. Una mejor alternativa para conseguir una alta calidad en los proyectos es tener una cabina de aislamiento acústico portátil. Estos espacios funcionan como miniestudios de grabación que se pueden instalar en cualquier parte.
Estas cabinas están diseñadas con paneles absorbentes de alta densidad, por lo cual atrapan el sonido y eliminan las reflexiones, además de la reverberación que degrada la calidad de las grabaciones. Su estructura modular permite un montaje rápido y sencillo, pues se adapta a espacios reducidos y facilita su transporte. Además, son una solución que contribuye a la reducción del impacto ambiental. Se construyen con materiales como:
- MDF (Medium Density Fiberboard, un tipo de madera).
- Retazos y sobrantes de tapicería.
- Colchones reciclados.
- Pinturas a base de agua.
- Denim reciclado.
2. Adecuar el estudio
Una vez que tienes tu cabina o estudio con el aislamiento básico, es necesario controlar mejor el sonido. Esto dependerá mucho de los gustos de cada músico, productor o locutor. Sin embargo, los detalles más básicos para evitar la contaminación acústica dependen de elementos como:
- Trampas de bajos: absorben las frecuencias bajas, que suelen acumularse en las esquinas de la habitación.
- Difusores: dispersan el sonido de manera uniforme, lo que evita puntos de concentración de energía sonora.
3. Equipamiento de calidad
Si bien el aislamiento acústico es la base de cualquier estudio de grabación, también es esencial tener los equipos adecuados. Para obtener grabaciones de alta calidad, es fundamental invertir en tres componentes clave:
- Micrófonos. Un micrófono de calidad capturará el sonido con una claridad excepcional y contribuirá a la reducción de la contaminación acústica. Existen una amplia variedad de opciones diseñadas para diferentes instrumentos y aplicaciones. Es importante elegir el micrófono adecuado para cada fuente sonora, considerando factores como la direccionalidad, la respuesta en frecuencia y el nivel de salida.
- Interfaces de audio. Estos dispositivos convierten las señales analógicas de los micrófonos en señales digitales que tu computadora puede procesar. Una buena interfaz de audio proporcionará una conversión de alta calidad, minimizando el ruido y la distorsión.
- Software de grabación profesional. Con este podrás ajustar los niveles de volumen, aplicar efectos, corregir errores y crear mezclas de alta calidad. Existen alternativas gratuitas y también de pago, como las suites de producción musical completas.
La optimización acústica de un estudio de grabación no es un lujo, sino una inversión necesaria para cualquier profesional del audio. Al apegarte a estas técnicas, lograrás un entorno de trabajo más eficiente y productivo. Son la mejor forma de controlar la reverberación, reducir el ruido ambiental y crear un campo sonoro equilibrado. Sin duda, esto se va a traducir en grabaciones con mayor claridad, detalle y profundidad.